Nicolás Quezada Concha – Liderazgo, Aire Libre, Empresa, Movimiento Scout, Fotografía, Diseño Web, Actualidad

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Hola!…

Hoy es 22 de Febrero y en los más recónditos rincones del planeta, las Guías y los Scouts conmemoramos el «Thinking Day» o «Dia del Pensamiento«, el cual se celebra  mundialmente desde el año 1926, recordando la fecha del nacimiento de nuestro fundador, Lord Robert Baden-Powell y coincidentemente el de su esposa Lady Olave.

Es un día esencialmente de reflexión acerca del legado de Baden-Powell, aunque también, muchas organizaciones scouts alrededor del mundo   aprovechan esta ocasión para recaudar fondos para causas nobles.

Como es muy probable que ya muchos nos hayan recordado la fecha y algunos su significación, me limitaré a compartirte algunas reflexiones personales, bien personales acerca del motivo de esta conmemoración que en mi opinión, va mucho más allá del simple recuerdo por sentido que este sea.

Creo que la ocasión, debe servirnos además para fortalecer nuestra convicción acerca de la importancia que Baden-Powell tiene en el presente y tuvo en el pasado para la liberalización de la niñez y juventud en pos de un mundo mejor y de mayores expectativas sociales juveniles a nivel global, cuando ni siquiera inventábamos la Globalización de las sociedades.

Sin lugar a dudas, uno de los mayores visionarios del Siglo XX.

Recuerdo muy nítidamente que mi querido papá, Don Nicolás Quezada Silva  (Q.E.P.D) quien desde niño fue boy scout, en las primeras décadas del siglo pasado, siempre me contaba sus aventuras y vivencias en el Movimiento Scout chileno y se refería a Lord Baden-Powell con muchísimo respeto, llamándole el «Venerable Hermano Baden-Powell».

Pero, como muchos de ustedes saben, de niño nunca me interesaron ni gustaron los boy scouts: ni lo que me contaban de ellos, ni su uniforme con pantalón corto, ni el tremendo sombrero que usaban. Yo tenía otros intereses infantiles. Prefrí siempre los trenes electricos marca Marklin o Fleischman y los aeromodelos motorizados que construia en madera de balsa.

Hasta que en la adolescencia, teniendo yo 11 años mi compañero de curso en el liceo, Emilio Nilo Banegas, por casualidad me invita un día de semana en la tarde a que le acompañara a su Reunión de Patrulla.

Resultado: acepté y desde entonces (1968), el escultismo se apoderó de mi como un virus contaminante, como una pasión desenfrenada y como una inigualable opción para aprender, aprehender y «Servir» con amor al prójimo.

Por eso, nunca tuve la maravillosa experiencia de ser Lobato. Ingresé a una Patrulla Scout: la «Patrulla Aguilas» del Grupo Scout Santo Cura de Ars, en la comuna de San Miguel.

Aparte de las historias y cualidades de Baden-Powell que mi amado padre me relataba con su tradicional entusiasmo, comencé a conocer a nuestro fundador con «tutti»  cuando en la pequeña biblioteca de mi Grupo Scout, cayó en mis manos mi primer manual scout , el «Boy Scout Handbook» de los Boy Scouts of America, un hermoso libro a todo color donado a nuestra biblioteca por lo sacerdotes americanos y canadienses de esa comunidad, bueno, en realidad casi todos los libros de esa biblioteca scout eran en idioma inglés.

Ahi si que tuve que aplicar los consejos de mi profesora de inglés en el Liceo, la Srta. Hilda Arce, quien siempre me decía:» Nicolás… no traduzcas!… Think english Nicholas!… Think english!

Asi descubrí la importancia de Baden-Powell en la historia y la relevancia de el día de su natalicio, el 22 de febrero de 1857, pensando y comprendiendo en lengua inglesa los contenido de ese maravilloso manual scout.

Era exáctamente, la página n° 215 de esa obra de arte del escultismo, compilada en sus 448 páginas en total.  ¡Las devoré!…

Conservo en mis manos aún tras el tiempo transcurrido una copia de ese trascendente Handbook Scout.

Y así comenzó mi admiración por este hombre visionario y relevante en la historia de la humanidad.

Allí, mi visión de los super héroes cambió totalmente.

Antes de leer acerca de Baden-Powell, Batman era mi predilecto, un hombre murciélago con su capa. pero, era una fantasía.

En cambio, Robert Baden-Powell con tan sólo una pañoleta al cuello y una disciplinada pero aventurera experiencia de vida, que renuncia a toda su carrera profesional para dedicarse de lleno a fundar y promover un Movimiento Juvenil de carácter Mundial o  Global que perfeccionara y fortaleciera la formación del carácter de las futuras ciudadanías de niños y jóvenes…. simplemente me pareció ¡GENIAL!… y no era una fantasía, era un hombre de carne y hueso, con ideales y convicciones profundas, acerca de educación activa, filosofía de vida y sólidos principios valóricos que reflejó en cada uno de los libros que escribió.

Y además… junto a su hermana Agnes y su amada Olave, fundan el Movimiento Guía, en una época que las mujeres eran casi consideradas un objeto en la sociedad británica.

Creo que superó con creces a mi admirado Batman, y se convirtió en mi super héroe real favorito para siempre.

Hoy, somos millones de niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores alrededor del mundo, quienes le recordamos en el día de su natalicio, quienes nos vimos beneficiados por sus ideas de : Honor, Lealtad, Alegría, Cordialidad, Fraternidad y Hermandad Mundial, Amor al prójimo, Cortesía y Caballerosidad, Obediencia en conciencia, Economía, No discriminación de raza, credo o clase social, Pureza de pensamiento, palabra u acciones y los principios de Dios, Patria y Hogar.

Nos enseñó a no competir los unos contra los otros, sino a amarnos y colaborar los unos con los otros a través de su Sistema de Patrullas por el bien general de toda la sociedad y no los unos pisoteando a otros.

Nos hablo de «comprensión entre las gentes» y «entendimiento entre las naciones» y nos invitó a esa sana conducta de reunirnos cada 4 años como hermanas y hermanos en esos eventos o «reunión de buenos amigos» que conocemos cómo Jamboree’s donde miles de almas venidas desde distintos y lejanos rincones del planeta nos reunimos en algún lugar de la tierra para compartir nuestras experiencias y confraternizar bajo un mismo estilo de vida que enaltece la libertad y la igualdad bajo el manto de una Gran Hermandad Mundial sin fronteras.

Nos recomendó también que no profesionalizaramos el escultismo, que lo mantuviesemos como un Movimiento voluntario, ya que de otro modo, podríamos terminar tan sólo como una simple Organización más.

Creo que es el momento de reflexionar y agradecer el enorme legado humanista de Lord Robert Baden-Powell y su amada esposa Lady Olave para la humanidad, esperando hoy que las conciencias adormecidas de quienes se mantienen atados a los arcaicos paradigmas del pasado, comprendan algún día que nuestro fundador sembró en la mente de cada voluntario que adhiere a nuestro Movimiento, la semilla del cambio hacia un mundo mejor y en permanente evolución.

«Siempre Listo para Servir«… hasta la última excursión.

N.Q.C.

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