Enarbolar un ideal
como solo una vez
en la vida se abraza,
es ir más lejos de si,
solamente para pensar en si.

Es amar la vida
como yo le amo,
es buscar una quimera
en un mundo de realidades,
y cuando la encuentras
ella se esfuma,
a través de tus manos.

Enarbolar un ideal,
es perseguir esas hermosas quimeras,
forjando un mundo
de extrañas sensaciones,
que solo al sentirlas
encuentras que la vida es real,
mientras creamos que así sea.

Es entregarse todo,
en busca de si mismo,
es derramar amor donde solo encuentras odio,
y ternura en donde no se conoce el amor.

Enarbolar un ideal,
es luchar mientras se espera,
es amar de tal manera,
que nada ni nadie puede detener,
tu loca y apresurada carrera.

Es buscar en el Universo,
la perfección que tanto se desea,
y luego, cuando enfilas tu proa visionaria,
hacia los hombres,
comprendes que solo con perseverancia
y una gran paciencia,
el Creador estructuró al Hombre.

Y si en la presurosa carrera,
de súbito sufres una dolorosa caida,
y despues de ella,
con tranquilidad puedes entender a amigo y enemigo,
y al estar todo en tu contra,
tus ideales enfilan la cabeza, levantandola,
hacia las estrellas,
solo ahi comprendes cual lo hago yo,
que en el amor reside todo el secreto de la vida
y que solo el hombre lo prodiga.

N.Q.C.
1979