¿ Recuerdas aquella tarde otoñal
de tu mano y de mi mano
escuchando el recrujir
de las hojas secas
mientras caminabamos por el
añoso parque aquél?...

Eran aquellos dias multicolores
de ilusión tras el verano en
que nuestro amor nació ...

¿ Recuerdas aquel viento de otoño
que se confundía con nuestro respirar
mientras nuestras miradas se cruzaban
antes de besarnos al caminar?...

Eran días sin proyectos ni obligaciones
y en nuestro mundo
solo existíamos tu y yo.

Más de dos y media decadás de hojas
han caido otoñalmente de aquellos
vetustos y fuertes arboles.

El paso inexoráble del tiempo, que nada perdona, ha teñido mis sienes
del color de la luna
y una vez más trae a mi mente
los recuerdos vividos de nuestro
amor incipiente.

Hoy comprobé que los recuerdos
son un tesoro que contiene
la mas hermosa riqueza de la vida,
las vivencias, la experiencia,
el amor y el sentir.

Senti una vez más al caminar
tu mano y la mia enlazadas
como entonces,
exactamente la misma sensación,
comprendí el valor de su calor
y entendí que algún dia en algún
otoño triste,
cuando nuestros ojos hayan dicho adiós...
tu o yo volveremos a escuchar
el crujir de esas hojas secas
sin una mano que acariciar
bajo los arboles al caminar.

Octubre, 2006