Mujer Imaginaria

 


Mi mujer imaginaria
se acerca en su desnudez imaginaria
hasta mi espalda imaginaria.

Sus manos imaginarias se desplazan
y sus dedos imaginarios
trazan circulos imaginarios
en mi adolorida piel imaginaria.

Tras largos e imaginarios minutos
me sumerjo en una relajación imaginaria
que me lleva a un sueño imaginario
en que mi imaginación imaginaria
disfruta el sueño imaginario.

Al amanecer, tras la luz de la Luna imaginaria
llega el despertar imaginario
y comienza el nuevo día imaginario.

 

N.Q.C.

14 de Julio de 2013 a la(s) 23:06