Por tus olas
quisiera navegar
y en un amanecer naufragar
en las arenas de una isla solitaria
donde nuestra nave encallar.

Una isla donde las tribulaciones del diario existir
sean tan solo un vago y casi extinto recuerdo,
donde el mayor de los problemas
sea sólo el caminar de la mano hasta alguna playa
para disfrutar cada puesta de sol de nuestros días.

Un lugar perdido en los límites
del tiempo y del espacio
donde sólo el Sol ilumine nuestro devenir
y dónde solamente las estrellas titilantes
sean las compañeras silentes
de nuestras noches
y donde sólo la Luna
ilumine las sombras
de nuestros desnudos cuerpos
en cada noche de amor y reposo.

Una isla cuya vegetación exhuberante
cobije nuestros días...
donde los frutos y los peces
prodigen la energía necesaria
para amarnos cada vez.

Con playas suficientes para caminar y sepultar
toda diferencia y todo prejuicio.
Donde la mayor viscicitúd sea el disfrutar
las miradas fulgurantes
y las más tiernas caricias,

Una isla donde sentir
el frío del alba al despertar a tu lado,
lor rayos tibios del Sol del mediodía,
el viento impetuoso de la tarde agitando tus cabellos
y la humedad de las olas en el crepúsculo
bañando nuestra piel.

Un lugar único...
donde el idioma sea el amor
y donde los dialectos aceptados
sean sólo besos y caricias,
donde dos seamos uno.
Donde en las noches...
sentados alrededor de una tímida fogata
mis dedos recorran tu cabello
recordando nuestros días.

Una isla inexistente en mapas
o cartas de navegación
para que nadie nunca rescate
nuestro naufragio
y donde cada amanecer
sea la fuerza escencial
para encender el deseo
de amarnos cada día...
y poder comprender
que en algún recóndito rincón de la mente
esa isla eres tu..
esa isla soy yo.

Abril, 2011